Impresionante viaje

Menudo viaje, espectacular.

Salimos de los Campos de Sport el sábado a las 8:30 de la madrugada. El viaje se hizo corto en el bus, por que íbamos charlando, tal y cual.

De la que llegamos al hotel, comimos muchos juntos y luego cada uno empleó la tarde como quiso, unos fueron al homenaje a Santi Zubieta y otros hicimos cosas menos provechosas. He de decir que el homenaje estuvo fatal preparado. Se celebraba en la otra punta de la ciudad a donde está el Bernabeu, y encima los que fueron, no pudieron entrar por que no llevaban invitación, y eso que el Racing, como pagaba el bus, había obligado a ir.

Ya en el campo, animamos sin parar. Revilla se pasó por allí e hizo un poco el paripé. Eso sí, se fumó un puro en una parte. ¡Pero señor puro! Salí en Antena 3 gritando "¡menudo robo, ostia!", no sé si alguien lo habrá visto, pero entre mis amigos y gente de mi entorno, muuuchos lo han visto. También me hicieron una preguntilla, pero no lo emitieron.

Terminado el partido, Rosendo, el chófer del bus, nos cogió a todos y nos trasladó al hotel. Unos salieron y otros montamos una fiestuca en la habitación de Fosky e Íñigo. Estuvo entretenido, lo pasamos bien. Iban cayendo uno a uno los castañas, y he de decir que desde la barrera se ve muy bien, jajaja.

Al día siguiente, desayunamos fuerte en el buffete (y cuando digo fuerte, es fuerte) y cogimos 7 y nos fuímos a dar una vuelta por la villa de Madrid. Pasamos por Cibeles, Neptuno, el ICO (es que he tenido examen el otro día, y me hizo ilusión), la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá, etc... Comimos de tapeo en un bar. Tomamos un café en otro y al metro para ir al Bus.

Volvimos al Bernabeu, que era el punto de encuentro y marchamos en el bus. El camino hasta Sotopalacios (Burgos) fue un poco aburridillo, ya que íbamos todos cansados, pero a partir de ahí, el fondo sur del bus nos pusimos a cantar odas al Racing, a Jandro y Susana (¡Felicidades!), etc...

En resumen, un viaje de la leche. Si no fuera por el resultado del partido (3-1, como todos sabréis), pues hubiera sido un viaje perfecto.


Vistas desde la habitación del hotel


Mirad donde nos coloca el Madrid


De papeo por Madrid